Las empresas son los motores del desarrollo económico y, como tal, cumplen un papel muy importante en nuestra sociedad. Esto conlleva una obligación moral para cualquier compañía.
Un taller humano o con sentido humano es aquella que actúa en beneficio de la sociedad y de sus empleados, desarrolla prácticas sostenibles, protege los recursos naturales y se guía por valores honestos.
La visión de un taller no tendrá éxito funcionando solo como marca. Es necesario implicar a los empleados para que todos se unan por un mismo objetivo. De esta forma, el taller no solo debe satisfacer a sus clientes, sino también a sus trabajadores. La empresa humana individualiza a sus trabajadores para que consigan aprovechar su máximo potencial y les ayuda en sus dificultades con flexibilidad y trato cercano.
La importancia de ser un taller mecánico humano
Es importante ser un taller humano porque con ello nos aseguramos de cuidar el activo más importante que tienen las organizaciones: las personas. Esto no solo tiene una razón social o moral, tiene un trasfondo para las empresas.
Cuando aplicamos el sentido humano en el día a día, logramos conservar a los mejores talentos para nuestra organización. Del mismo modo, logramos sacar lo mejor de cada uno a favor de la imagen y resultados de nuestra empresa.
También, se facilitan tareas como la supervisión y el control, puesto que los empleados se sienten más comprometidos con sus labores y les es más cómodo seguir con los lineamientos de los líderes y las políticas de las empresas.
Todo esto es importante porque estamos en una generación en la que la fuerza laboral valora mucho más las oportunidades de crecimiento y el clima laboral.
Desde la perspectiva de las empresas, siempre saldrá más económico trabajar en la fidelización y bienestar de sus empleados, que emprender procesos de contratación.
¿Cómo detectar un taller con sentido humano?
Algunas acciones que indican el sentido humano en una empresa son:
Trabaja activamente en las relaciones con los empleados.
Aplica una comunicación bidireccional en la que se toma en cuenta las opiniones del equipo.
Se trabaja en desarrollar la confianza y respeto, por encima del autoritarismo.
Desarrolla planes de crecimiento e incentivos con base en las necesidades y motivaciones reales de los empleados.
Ejecuta planes de bienestar laboral.
Realiza muestras de reconocimiento y felicita en público con base en resultados.
Aplica procesos de retroalimentación para promover la mejora del equipo.
Comunica los resultados y motiva a llegar a las metas.
Facilita espacios de capacitación para elevar las capacidades y conocimientos.
Ejecuta planes de crecimiento laboral.
Facilita lugares dignos y cómodos para el equipo de trabajo: zonas para alimentación, baños, zona de descanso, entretenimiento, etc.
Brinda las herramientas necesarias para llevar a cabo las tareas y proyectos asignados.
Beneficios de ser un taller humano
Estos beneficios tienen un alto impacto en los resultados de la empresa, te mencionamos algunos de ellos:
Alto nivel de compromiso y de motivación del personal.
Mejor percepción de los líderes y apego a los planes, metas y políticas organizacionales.
Reducción en la rotación del personal.
Menos incapacidades y ausentismo.
Ambiente laboral favorable.
Mejor imagen de la empresa.
Mayor productividad.
Intercambios de ideas y feedback constructivos.
En conclusión, ser un taller humano trae múltiples beneficios para el personal que labora en ella, de igual manera lo proyectan hacia la empresa, y a su vez eleva la propuesta de valor en las organizaciones.